Tribulaciones de un filólogo
La palabra que resume esas tribulaciones… es… pero…
Luis, amigo, para que te rías un rato cuando puedas leerlo… Va este “charro” como abrazo.
Alguien me dijo que, cuando me piden respuestas/explicaciones lingüísticas o filológicas, suelo darlas (las explicaciones) pero añado un “pero” (o sea, que piensan que las doy [mexicanismo un tanto críptico y juguetón]).
Me puse a pensar en ello y creo que es la clave: si cabe la posibilidad de ese “pero”, mi conciencia de filólogo me dice que mi deber es escarbar en él.
No sé si solo habla mi conciencia o la de todos; si no, creo que deberían hacerlo; el rigor intelectual nos pide que analicemos el contexto, las razones; lo otro suele ser imponer un criterio que, en no pocas ocasiones, es tan subjetivo como el dichoso “pero”.
Conozco gente por estos lares que puede matar (metafóricamente) por una mayúscula, por ejemplo; sin embargo, si oye o lee "se los dije" o su variante "no los dijo" (en la que el “nos” se transfigura en negación), no tiene problema... Tal vez por algo denominado costumbre. Es un ejemplo, nada más.
Otro tiene que ver con la equis y la jota; más de una vez he intentado explicar –o sea, aplicar el “pero”– que México debe ir con equis porque así lo quieren mexicanas y mexicanos –aunque tal vez se sorprenderían si supieran la explicación filológica– pero –ahí está el susodicho– que no se puede considerar incorrección el Méjico con jota, puesto que corresponde a la grafía mayoritaria en el idioma, castellano o español, que es de todos y todas los que lo hablamos… o lo perpetramos.
Eso sí, me sorprende sobremanera haber constatado que algunos/as/es que matarían –otra vez, metafóricamente– a las/los/les de la jota, se ofenden porque el INALI[1] les quiera “imponer” la escritura de los nombres de las lenguas que se hablan en México porque usan grafías que, en algunos casos, no corresponden con las de la lengua mayoritaria, ese tal español que en algunos lares llaman castellano.
Ya ven, el rigor antes mencionado me sigue complicando la vida por intentar siempre poner por encima de tener razón, saber… e intentar que otros sepan.
E intentar, también, entender las discrepancias.
[1] https://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5638479&fecha=15/12/2021#gsc.tab=0
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