, 22 de junio de 2025
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José Luis Barrero, una vida dedicada al toro: "Es mi pasión y por lo que seguiré luchando"
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ENTREVISTA

José Luis Barrero, una vida dedicada al toro: "Es mi pasión y por lo que seguiré luchando"

Actualizado 14/03/2025 20:08

El banderillero salmantino, ahora en la cuadrilla de Borja Jiménez, hace un repaso a toda su trayectoria

Este salmantino no concibe su vida sin estar ligada al toro. Desde que era un niño sin uso de razón, José Luis Barrero ya jugaba a los toros. Su mayor influencia y su mayor referente, su padre: “Yo veía a mi padre y era mi ídolo, quería ser como él. Imagino que como cualquier niño con su padre”.

Barrero recuerda cómo vivía aquellos años en los que su padre, formando parte de la cuadrilla del Niño de la Capea, se ausentaba de casa durante largas temporadas: “Me acuerdo que mi padre casi no aparecía por casa en verano. Toreaban casi cien corridas de toros al año y era un sinfín de idas y venidas. Eso sí, cuando estaba en casa no me separaba ni un momento de él”. Además, el salmantino mantiene viva la llama del recuerdo de aquel niño que se sentaba en el sofá de su casa para ver las corridas: “Yo veía a mi padre por la tele y, de vez en cuando, iba a algún sitio a verlo a la plaza cuando toreaba cerca. Me llevaba mi tío normalmente”.

También rememora los tiempos en los que quería acompañar a su padre a todos lados: “Siempre he tenido mucho apego con él y quería ir con él a los tentaderos, a entrenar y a todos los sitios a los que pudiera ir con él. He mamado el toreo desde niño, desde que nací y siempre ha sido mi vocación. En mi cabeza siempre había toros y solo pensaba en torear y en jugar a los toros. A día de hoy, esto sigue siendo igual”.

Fruto de esa afición desmedida, José Luis Barrero empezó a ir a la Escuela de Tauromaquia cuando apenas había cumplido ocho años: “En mi época la inscripción no podía realizarse hasta los doce años pero como mi padre era profesor de la escuela, yo iba con él y veía a los alumnos entrenar”. Solo dos años después se puso delante de una becerra por primera vez en su vida: “Fue en un tentadero de los chicos de la escuela al que yo fui acompañando a mi padre, claro. Salió una becerra pequeñita y que estaba embistiendo muy bien y me acuerdo que Juan José, el director de la escuela, me dijo que si quería salir. Mi padre dijo que no, el director insistió en que me dejase, y lo que empezó siendo medio en broma terminó siendo realidad. Yo ni me lo pensé, salí a la vaca y estuve un buen rato toreando. Le puse hasta dos pares de banderillas”, recuerda Barrero con una sonrisa en la cara, añadiendo que no dejaba pasar ninguna oportunidad: “Cada vez que me dejaban salir, ahí estaba yo”.

José Luis Barrero, una vida dedicada al toro: "Es mi pasión y por lo que seguiré luchando"  | Imagen 1

Su debut en público se produjo a los trece años de edad y su debut con picadores a los dieciocho, para certificar su mayoría de edad. El salmantino señala que siempre ha sido muy difícil ser torero: “Mi padre me decía que en su época era mucho más difícil aprender porque no había escuelas, pero ahora mismo entras en una escuela y hay cuarenta alumnos que quieren ser mejores que tú. La competencia es brutal y aunque te pongan más facilidades, todo sigue siendo muy difícil. El toreo ha ido evolucionando y cada vez se exige más”. “Ser torero y, además, destacar como torero, es algo muy difícil de conseguir”, expresa.

La trayectoria de José Luis Barrero como novillero tuvo su ambiente, llegando a tomar la alternativa en Guijuelo en el año 2.000 de manos de Juan Mora y con Julio Aparicio como testigo: “Ese día ha sido el más especial de mi vida en el tema taurino. Es algo que he soñado mucho tiempo y sentirse matador de toros es lo más grande”. Tras dar el paso al escalafón de matadores su carrera se estancó.

El charro no busca excusas y se muestra con total sinceridad: “De novillero se me dio todo bastante bien pero de matador de toros me costó. El toro impone muchísimo y son palabras mayores. Además, creo que para ser figura del toreo hay que jugarse la vida todos los días, hay que sobrepasar ciertos límites e incluso despreciar un poquito tu vida. Yo a lo mejor no fui capaz de dar ese paso para dar la talla suficiente. No lo sé, pero nadie salvo uno mismo tiene la culpa cuando no consigues una meta y no sería justo decir que no tuve oportunidades”. Sus dos últimas campañas como matador de toros toreó unas veinte corridas de toros en Perú, pero en el año 2005 decidió hacerse banderillero, algo de lo que se muestra tremendamente orgulloso: “Creo que de banderillero es donde mayor dimensión he dado en toda mi carrera”.

José Luis Barrero, una vida dedicada al toro: "Es mi pasión y por lo que seguiré luchando"  | Imagen 2

La decisión de dar el paso de matador de toros a banderillero se produjo tras varios intentos de dedicarse a otra cosa: “Tuve momentos en los que pensé trabajar de lo que fuera pero no encontraba nada que me llenase tanto interiormente como torear. Al principio ni pensaba hacerme banderillero pero después me di cuenta de que si daba ese paso podía vivir del toro, que es lo que más me gusta. El poder pisar el ruedo y sentirme torero, aunque sea vestido de plata, el estar delante de un toro… No hay nada que me llene más que eso”.

José Luis Barrero reconoce que no lo tuvo muy difícil para empezar a funcionar como banderillero: “Al ser matador de toros, me dieron bastantes oportunidades al principio. Además, la escuela taurina me dio un empujoncito también”. Tras haber formado parte de las filas de numerosos toreros, en la actualidad el charro forma parte de la cuadrilla del sevillano Borja Jiménez: “Ahora estoy viviendo una de las etapas más bonitas de mi carrera”.

Así ve Barrero el momento que atraviesa el torero de Espartinas: “Ha triunfado en todas las plazas y se ha puesto en figura viniendo desde la nada”. Su relación comenzó cuando Borja Jiménez vino a Salamanca de la mano de su apoderado Julián Guerra: “Lo más bonito de la historia es que hemos vivido juntos todo el crecimiento. Empezamos a entrenar juntos y yo eché un órdago también porque me dediqué a entrenar con él y a prepararnos muy bien para ver si podíamos conseguir empezar a funcionar”.

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Poco a poco los frutos han ido llegando: “Hemos ido escalando y ahora mismo estamos compartiendo carteles con las figuras del toreo en las ferias más importantes, que es donde siempre hemos querido estar”. Más allá de su labor como profesional en el ruedo, José Luis Barrero es el hombre de confianza de Jiménez, habiendo fraguado una relación inquebrantable: “Hemos consolidado una amistad muy bonita a base de tanto contacto y tantas vivencias en estos años. En el día a día estoy muy a gusto con él”.

“Lo único que me pide Borja es que esté a su lado. No me exige nada, al contrario, me exijo yo más a mí mismo de lo que lo hace él conmigo”, manifiesta el banderillero salmantino, quien desvela cómo es su relación en la plaza de toros: “Sé cuando tengo que darle una voz de ánimo o para que se apriete, aunque la verdad que tampoco hace mucha falta”. A Barrero le cambia la cara cuando habla sobre el miedo y la responsabilidad: “A veces me hace pasar mucho miedo. Ha tenido tardes de irse tres o cuatro veces a porta gayola. Hay momentos en los que no se le puede apretar porque él mismo te está echando para atrás y solo quieres que acabe la corrida del miedo que te está haciendo pasar. Lo que decíamos antes, que es capaz de despreciar su vida para triunfar, y cuando eso sucede la verdad que se pasa realmente mal…”.

El torero de plata salmantino se expresa con rotundidad sobre sus sueños alcanzados: “He cumplido el sueño de ser matador de toros y el de estar ahora mismo en las ferias más importantes. Tengo claro que ya no quiero bajarme de ahí”. Además, el charro destaca la importancia de Salamanca como tierra de toros: “Salamanca es la cuna del toreo, la tierra de las ganaderías taurinas y yo me siento muy orgulloso de ser salmantino”.

Antes de finalizar nuestra conversación, José Luis Barrero, con la vista puesta en el parque donde tantas horas de entrenamiento realiza junto a Borja Jiménez, afirma: “El toro es mi pasión, es lo que más me gusta en la vida, por lo que llevo luchando muchos años y por lo que voy a seguir haciéndolo hasta el último día de mi carrera”.

FOTOS: Pablo Angular

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