La monumental estafa de Donald Trump

Ayer en su presentación del “día de la liberación” el Presidente Trump arropado por un sequito de incondicionales (por cierto, entre ellos no se encontraba Elon Musk, imagino que preocupado por la caída de más del 25% de Tesla, su empresa insignias) dijo cosas como estas: La Unión Europea ha estafado a Estados Unidos; Nuestro país ha sido estafado durante décadas por naciones cercanas y lejanas que sean enriquecido a nuestra costa. Pero eso es una mentira estratosférica ya que ha sido Estados Unidos el que ha cometido la mayor estafa de la Historia y viene de atrás. Intentaré explicarme de manera muy resumida porque fueros los gobiernos de Estados Unidos los que han cometido la que fue probablemente la estafa más grande que ha visto la historia.

Durante el siglo XIX toda la moneda que circulaba en cada país estaba respaldada por el oro depositado en los Bancos Centrales, de este modo cualquier ciudadano podría convertir en oro su capital monetario.

Hasta ese siglo XIX la moneda de referencia para el comercio internacional fue el real de a 8, moneda de plata cuyo valor estaba garantizado por la producción de este metal proveniente de las colonias españolas en América, incluso el dólar utilizaba esta moneda en su comercio con otros países. Pero a finales del siglo se estableció el oro como metal que garantizaba el valor de todo el dinero que circulaba.

A partir de 1920 el dólar estadunidense empezó a ser el protagonista principalmente. La no participación en la Primera Guerra Mundial le permitió acumular las enormes cantidades de oro que los países en guerra entregaban para pagar contratos de armamento y ponerlo a salvo de los enemigos. Poco a poco los sucesivos gobiernos norteamericanos fueron emitieron cada vez más billetes que cada vez tenían menos respaldo en reservas de oro y al finalizar la Segunda Guerra Mundial la cosa fue cada vez peor. El dinero en circulación sobrepasándose ampliamente el valor de las reservas de oro de los países y como Estados Unidos contaba con el 75% del oro a nivel mundial lo que le convirtió en la superpotencia hegemónica.

En 1944 las naciones más importantes del se reunieron en Bretton Woods, una ciudad situada al norte de los Estados Unidos cerca de la frontera con Canadá. En dicha reunión se tomaron acuerdos económicos muy importantes como la creación del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), pero sobre todo se decidió que la moneda más fiable del mundo era el dólar americano ya este país poseía las mayores reservas de oro. El valor de las distintas monedas del mundo ya no estaría respaldado por el oro sino por el dólar estadounidense. TODO LA ECONOMÍA MUNDIAL SE MOVERÍA EN DOLARES AMERICANOS. Fue la edad dorada del país.

Toda fue bien durante un par de décadas, pero a medidos de los años 60 la cosa comenzó a cambiar y los enormes costes de sus innumerables intervenciones militares en muchos lugares de mundo, principalmente la guerra Vietnam, hizo que las deudas contraídas con terceros países por el estado norteamericano crecieran de forma desproporcionada. Se comenzaron a “fabricar” dólares para pagar, pero al no aumentar la cantidad de oro de la Reserva Federal, el dólar cada vez tenía menos respaldo en el preciado metal lo que unido a que algunos países decidieron sacar su oro de Estados Unidos sospechando que el valor de dólar era casi ficticio, llevo a la Administración del presidente Nixon a hacer un anuncio que sorprendió al mundo cometiendo la estafa y el fraude más grande que ha visto la historia humana.

En 1971 el Presidente comunicó que el dólar americano ya no era respaldado por sus reservas de oro y que el valor de dicha moneda únicamente se sustentaba, por primera vez en la Historia, en la fe de la gente en su Gobierno. Un dólar valía un dólar sólo porque Estados Unidos así lo había decidido y nadie podía contradecirle. Comenzó la era del dinero ficticio (dinero fiat). Simples pedazos de papel sin ningún respaldo material.

Esta decisión supuso una gran crisis, pero un gigantesco negocio para la Administración estadounidense. La primera estafa la realizó a los países que quisieron retirar el oro que correspondía a los dólares que tenía, pero se quedaron con él. La segunda estafa fue a toda la sociedad norteamericana porque al poder imprimir gran cantidad de dólares para pagar sus enormes y crecientes deudas ya que no era necesario el respaldo del oro, el valor del dinero fue cada vez menor empobreciendo a las clases medias y bajas de manera muy notable.

El coste medio para imprimir un dólar estadounidense es de 0,127 céntimos (contando los billetes desde 1 a 100 dólares) pero cuando pagaban con él su valor era de 1 dólar por lo que el beneficio obtenido era de más de 0,870 céntimos por dólar. Por tanto, al imprimir 1.000 dólares el coste era de 127 dólares, pero podrían liquidar una deuda de 1.000 embolsándose 870 dólares limpios. Esa fue la tercera estafa a la vez que un negocio perfecto.

Hoy es el país más endeudado del mundo, las preguntas son ¿hasta cuándo podrá sostener esta situación? ¿Quiere Trump con los aranceles recaudar fondos practicando otra monumental estafa, que sería ya la cuarta?

La estafa es un tipo de robo, es un delito contra la propiedad o el patrimonio penado por la Ley y que generalmente va acompañado del timo y el engaño ¡Y Donald Trump, culpable de 34 delitos por un jurado popular formado por conciudadanos suyos, se atreve a decir que Europa y otros países del mundo les han estafado! Un poquito de conocimiento de su propia historia señor mío, que es corta, que son apenas 250 años, así que lo tiene fácil.

Debería recordar las palabras de su compatriota Benjamin Franklin: De aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero. En su caso, Señor Trump, también por ignorancia y ansias de poder.