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Dos de Mayo 2025
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Al cabo de la calle

Dos de Mayo 2025

Actualizado 17/05/2025 09:17

El asunto de la independencia o los hechos que condujeron a ella es el tema que más fiestas nacionales acapara en todo el mundo. Independencia que en muchos casos supuso el nacimiento de un País, una Nación o un Estado nuevo. En otros casos se trata de la liberación de un territorio ocupado por una potencia extranjera, recuperando así su libertad, su entereza, su soberanía y su identidad.

Atendiendo a estas reflexiones en torno a las cuales puede darse un cierto consenso, el Dos de Mayo bien podría ser el día de la Fiesta Nacional de España, con motivo de conmemorar el inicio en 1808 de la conocida como Guerra de Independencia Española, que se extendió hasta 1814. Esta afirmación no pone en duda ni cuestiona que la Fiesta Nacional sea el 12 de octubre, fecha muy apropiada y merecedora de tal efeméride. Solo pretende poner de manifiesto que el alzamiento del pueblo español unido contra la invasión francesa de las tropas de Napoleón y que marcó el inicio de la Guerra de Independencia española, tiene potencial, sentimientos y realidades suficientes como para poder considerarlo Fiesta Nacional, de todos los españoles.

Que fue un levantamiento del pueblo español contra el invasor es lo que nos enseñaron en la escuela y así se mantiene en los anales de la historia, a pesar de que alguien pretenda cambiar esa historia a su conveniencia o utilizar la efeméride del Dos de Mayo como ariete para dividir a los españoles o separar a unos madrileños de otros. Independientemente de cómo piense cada cual, cabe pedir un poco de rigor, seriedad y respeto a tan importante acontecimiento histórico.

Vivimos tiempos en los que parece que hay una especie de necesidad de autoafirmación en uno mismo, en su identidad, su historia, presente y futuro. Aspectos que fomentan todo tipo de particularismos e identidades tribales, regionales, nacionales, territoriales, religiosas, de pensamiento político o de género. Algunos ejemplos de ello son aquellos movimientos o partidos que se apropian de la bandera y otros símbolos patrios, hablando en nombre de todos los españoles, cuando solo representan a una parte. El nacionalismo o separatismo catalán se apropia de Cataluña envolviéndose en la señera (bandera) cuando no representan ni a la mitad de quienes viven, laboran y la han hecho grande. Autoafirmaciones expresadas frecuentemente en términos fundamentalistas, supremacistas, de intolerancia, incompatibilidades y hasta excluyentes.

Exclusión es la que han sufrido la mitad de los madrileños al apropiarse la presidencia de la Comunidad de Madrid para sí y para los suyos los actos de celebración del Dos de Mayo de 2025. Efeméride que no solo es de todos los madrileños, también de todos los españoles. Hay que recordar que una gran parte de los valientes madrileños que el Dos de Mayo se levantaron contra la ocupación francesa, aunque residentes madrileños, habían llegado de otras partes de España, incluidos los propios dirigentes del levantamiento: El capitán Daoíz era sevillano, el capitán Velarde cántabro, el teniente Ruíz ceutí, Clara del Rey vallisoletana. Todos ellos héroes que lucharon y perdieron su vida junto a la joven bordadora madrileña de 17 años, Manuela Malasaña.

Así lo refirió el poeta Antonio Machado en sus versos el 7 de noviembre de 1936, cuando los también poetas y amigos Rafael Alberti y León Felipe trataban de convencerlo para que abandonara la ciudad, ante el peligro que corría su vida y la de sus familiares: "Madrid, Madrid, ¡qué bien tu nombre suena / rompeolas de todas las Españas! / La tierra se desgarra, el cielo truena, / tú sonríes con plomo en las entrañas".

El propio Napoleón se jactó de lo acontecido en Madrid y del escarmiento dado en una nota remitida a su hermano José, luego rey de España: “Ha habido una gran insurrección en Madrid el día 2 de mayo; treinta o cuarenta mil individuos se han amotinado en las calles y casas, haciendo fuego desde las ventanas. Dos batallones de fusileros de mi guardia y cuatrocientos o quinientos caballos les han hecho volver a la razón. Han quedado muertos más de dos mil hombres del populacho.”

Sin duda, Madrid fue el baluarte de nuestra Guerra de Independencia y sería bueno que mantuviera aquel espíritu de unión entre todos los españoles, puesto de manifiesto aquella jornada épica del Dos de Mayo, a la que siguieron otras muchas batallas como la de Bailén en Jaén o las de Arapiles y Tamames en Salamanca.

Unos y otros, héroes y gentes del pueblo, son un testimonio de lo que ya era Madrid en 1808, y sigue siendo: punto de llegada y encuentro de todos los españoles y capital de España. En sus Episodios Nacionales y referido al Dos de Mayo, Benito Pérez Galdós manifiesta que “Hombres y mujeres se congregaron para defender a la patria de la invasión. El clamor popular, un llamamiento moral despertó el sentimiento de defensa”.

Nadie puede ni debe apropiarse esta realidad, ni hablar en nombre del pueblo de Madrid con sentido de propiedad de aquella efeméride que representó el sentimiento de rebeldía de todos los españoles ante el invasor. Tampoco se debería excluir de los actos institucionales a los representantes de la mitad de los madrileños, ni olvidarse de los españoles en fechas tan señaladas como la conmemoración del Dos de Mayo.

Lo que ha pasado y hemos visto en la celebración última del Dos de Mayo en Madrid ha sido una acción que daña y destruye la convivencia. Ha sido una apropiación indebida de las instituciones y símbolos comunes. Se supone que el acto debería ser una oportunidad para apelar a la unidad de los madrileños y los españoles, pero se convirtió en todo lo contrario, desunión y escenario para el ataque.

En otros tiempos de nuestra querida democracia el Dos de Mayo era una fiesta de todos los madrileños admirada por los españoles. Independientemente del color político que fuera, el Gobierno de la Comunidad organizaba los actos institucionales en la Puerta del Sol a los que asistían representantes de todos los partidos, invitados ilustres y periodistas. Todos ellos departían cortesía y buenos modales, como mandan los manuales de buena educación y como requiere la efeméride que se celebra.

Esperemos que los políticos dejen un poco de lado su ego y se preocupen más de la buena convivencia entre los ciudadanos. Los actos conmemorativos del Dos de Mayo este 2025 ha sido una oportunidad perdida.

Les dejo con El Himno a los héroes del Dos de mayo de 1808:

https://www.youtube.com/watch?v=KuNRfrxqXHU

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© Francisco Aguadero Fernández, 16 de mayo de 2025

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