"El verdadero reto no es que las personas se muevan, sino cómo las sociedades responden a dicha movilidad"
En un mundo marcado por el movimiento constante de personas que huyen de la pobreza, los conflictos y la falta de oportunidades, el reto migratorio se convierte hoy en día en uno de los desafíos sociales más controvertidos de nuestra actualidad. Más que un reto, la ciudadanía lo ve en ocasiones como una amenaza; algo que refleja una falta de empatía inmensa. A sabiendas de que convivimos en una comunidad en la que cada vez nos acompañan más personas de distintos orígenes, apostar por crear corazones acogedores, es sin duda la clave para vivir en un futuro más justo, más solidario y cohesionado.
Frente a los discursos de miedo y odio, la ‘Escuela de Formación Social’ de Cáritas Salamanca (cita anual para la reflexión y el compromiso social) quiere ofrecer herramientas para que nosotros, los que tenemos el mayor peso en la integración de las personas que enfrentan problemas migratorios, miremos con otros ojos lo que creemos que es un problema. Entre todo este contexto europeo que se convierte en debate público, Cáritas, más que verlo como un problema, lo ve como una realidad humana con la que poder ayudar a crear oportunidades y hacer un mundo mejor.
El verdadero reto no es que las personas se muevan, sino cómo las sociedades responden a dicha movilidad: ¿con miedo, rechazo, o con la ayuda a la construcción de una sociedad más justa? Apostemos por la última. Este año, la Escuela de Formación Social celebra su 40º aniversario reflexionando sobre estos años de acogimiento y de búsqueda de oportunidades, haciendo que nadie sobre ni se sienta insuficiente, pues cada historia cuenta.
Del 19 al 23 de mayo, la escuela ofrecerá dos mesas redondas (el 19 y 21. La primera de ellas, impartida por Mons. Santiago Agrelo, ex arzobispo de Tánger) y un espectáculo de Griot Africano (narrador, poeta y músico que transmite la memoria de su pueblo mediante la palabra y el arte) el viernes 23 en el Teatro Unicaja.
Todos ellos compartirán experiencias comunitarias para ayudarnos a abrir los ojos y mirar desde otra perspectiva lo que hoy vemos a veces como un problema, en vez de una oportunidad de ayudar y de comprender. Todo ello con un objetivo claro: formar para transformar. Desde Cáritas, te invitamos a participar para construir comunidades que nos hagan abrir la mente, pero sobre todo, el corazón.
Clara Ravelo, estudiante de periodismo y voluntaria de Cáritas Salamanca
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