La Junta debe licitar el abastecimiento de agua de La Armuña antes de 2026 y rebajar el coste a los pueblos

Un nuevo horizonte se dibuja para el abastecimiento de agua en La Armuña. Tras casi veinte años de espera y promesas incumplidas, las Cortes de Castilla y León han marcado un antes y un después este martes, 20 de mayo, al aprobar una iniciativa crucial presentada por el PSOE. La propuesta obliga a la Junta a licitar antes de que finalice el año 2025 las obras necesarias para poner en marcha el esperado abastecimiento de agua potable mancomunado en la comarca.

La medida, defendida por la procuradora salmantina Rosa Rubio, salió adelante en la Comisión de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio a pesar de la oposición del Partido Popular, que fue el único grupo parlamentario en votar en contra.

Un respiro financiero para los ayuntamientos

Uno de los puntos más destacados de la propuesta socialista es la modificación sustancial en la forma de financiar estas infraestructuras. La aportación que deberán realizar los ayuntamientos beneficiados se verá drásticamente rebajada al 5% del coste total. Este porcentaje contrasta con el 20% que inicialmente exigía el gobierno autonómico, una carga que desde el PSOE consideraban inasumible para las arcas municipales.

“Es injusto, no tiene justificación alguna y es, como poco, vergonzoso”, calificó la parlamentaria socialista, Rosa Rubio, el intento del ejecutivo de Alfonso Fernández Mañueco de “saquear y endosarles a los ayuntamientos el 20% del coste de este proyecto cuando el abastecimiento de agua a los municipios es una competencia de la Junta”. Por tanto, según Rubio, “a ella le corresponde contribuir con un mayor porcentaje y una mayor cuantía de ese 12% que en un principio el propio gobierno autonómico se atribuía como aportación para poner en marcha las obras”.

La procuradora añadió que esta exigencia era aún más sangrante “cuando la Junta y el gobierno que preside Mañueco recibe mucho dinero del Gobierno de España mediante las entregas a cuenta de las Autonomías y el reparto de fondos europeos con el que se podría financiar de manera total este proyecto”. Insistió en que “incluso ese 5% ya nos parece excesivo, pero era lo que figuraba en un principio de forma original, como para admitir que esa contribución se quisiera ahora aumentar encima más, un 15% más”.

Casi dos décadas de espera y promesas incumplidas

La situación del abastecimiento en La Armuña es un problema enquistado. “No se le puede pedir un mayor esfuerzo a los ayuntamientos para acometer unas obras que llevaban durmiendo el sueño de los justos en el cajón de las muchas promesas incumplidas del PP con Salamanca casi dos décadas”, denunció Rubio.

Recordó que los primeros pasos para esta “justa y necesaria inversión” se dieron en el año 2006, siendo anunciada “a bombo y platillo cada vez que había elecciones” por los sucesivos gobiernos del Partido Popular, pero que “nunca llegó, vio la luz o fue ejecutada a pesar de tener partidas presupuestadas y adjudicadas”.

Durante este largo periodo, los habitantes de 32 municipios de La Armuña han sufrido las consecuencias de no tener agua de calidad en sus domicilios. Sus ayuntamientos, con “paupérrimas arcas”, se han visto obligados a soportar costes añadidos debido a la contaminación de los acuíferos por arsénico y nitritos. Esto ha implicado el reparto de agua embotellada, la contratación de cisternas, la instalación de filtros o, incluso, la clausura de captaciones y la suspensión del suministro durante largos periodos. “Esto es inadmisible, no se puede consentir, no se puede aguantar por más tiempo”, sentenció la procuradora.

Vigilancia para el cumplimiento

Rosa Rubio reiteró que la Junta “es responsable y está obligada” a proporcionar este abastecimiento mancomunado en condiciones dignas y de calidad, ya que los salmantinos de la zona tienen derecho a recibir un suministro de agua “en condiciones de salubridad y cantidad los 365 días del año”.

Tras la aprobación de la iniciativa, la parlamentaria socialista advirtió: “Los socialistas vamos a estar vigilantes para que esto se cumpla y que este año sea de verdad el principio del fin al problema”. Concluyó expresando su deseo de “que este mandato de las Cortes no se quede otra vez, como lleva ocurriendo desde hace casi veinte años, en un proyecto guardado en el cajón de los incumplimientos, y sea una realidad en vez de un reiterado anuncio electoral de Mañueco en las próximas elecciones”.