VÍDEO Y FOTOS | Juanjo González, un salmantino que practica parkour: "El parkour es casi una filosofía, te cambia la manera de pensar y actuar"

Lo que para muchos podría parecer una simple sucesión de saltos y acrobacias urbanas, para Juanjo González, más conocido como @blackcat2066, es una forma de vida que moldea su percepción y su día a día. Este joven salmantino lleva más de doce años dedicado al parkour, una disciplina que descubrió con apenas nueve años y que, desde entonces, ha sido una constante fuente de aprendizaje y superación personal. "Llevaré más de 12 años, desde que tendría unos 9 añitos. La verdad es que toda la vida, o más de la mitad de los años que tengo", comenta Juanjo sobre sus inicios.

La chispa se encendió de la manera más casual, junto a sus amigos del barrio, tras ver una película icónica para los amantes de esta práctica: "Vimos una película que es muy mítica, Distrito 13, aparece el fundador del parkour. Y nos hizo gracia, quisimos bajar a la calle a intentar algún movimiento". Ese primer impulso lúdico se convirtió para él en una pasión absorbente que ha cultivado de forma autodidacta.

A diferencia de otras disciplinas deportivas, Juanjo no ha pasado por academias ni clases formales. Su escuela ha sido la calle y sus maestros, los vídeos que comenzaban a circular por internet. "En YouTube sí que había mucho mucho ambiente ya de parkour sobre todo eso, de la vieja escuela y tal", recuerda. La clave de su progreso ha residido en la experimentación directa y la repetición: "El ir a probar, experimentar y es lo importante eso, el probar, sobre todo probar".

Este método de aprendizaje, aunque efectivo, no ha estado exento de dificultades y lesiones. Juanjo ha enfrentado dos luxaciones importantes que pusieron a prueba su determinación. La primera, en el codo izquierdo en 2018, fue un momento crítico: "Ahí que sí que fue un poco un poco punto de inflexión de decir prosigo o no". Sin embargo, su fortaleza mental le impulsó a seguir: "Me tiró muy rápido la mente a decir, sigue intentándolo. Que no se te da mal, ha sido mala suerte y ya está, y estas cosas pasan". La segunda, una luxación de clavícula en septiembre de 2023, aunque frustrante por el buen momento físico en que se encontraba, tampoco logró apartarle de su camino.

Más que un deporte: una filosofía de vida

Con el paso de los años, el parkour ha trascendido la categoría de hobby para Juanjo, integrándose plenamente en su ser. "Actualmente, ya forma parte de de mi vida. Se ha convertido como, es, yo lo me lo tomo como una casi filosofía", afirma con convicción. Según él, esta disciplina transforma la manera de pensar y de interactuar con el entorno y con los demás.

"Es como que abre tu mente a no solo pensar en en lo típico del día a día, sino que, no sé, reflexionas más sobre el tiempo, el cómo suceden las cosas, por qué suceden", explica. Actos cotidianos como observar un amanecer o el vuelo de los pájaros adquieren una nueva dimensión, convirtiéndose en momentos de relajación y desinhibición frente a las presiones diarias. "Hace que te desinhibas de de las cosas así más que te pasan al día a día o en tu vida personal, y hace que eso que que sea como una especie de relajación para ti", añade.

El parkour hoy: crecimiento y comunidad en Salamanca

Aunque el "boom" mediático del parkour pudo haber disminuido, Juanjo percibe un crecimiento lineal y constante en el número de practicantes. "Ahora mismo yo creo que es una época en la que más gente practica. Aunque se hable algo menos, yo creo que hay más gente practicándolo", señala. Un aspecto destacable de esta evolución es el incremento de la participación femenina, algo que considera muy beneficioso y que atribuye, en parte, a la visibilidad de 'traceuses' con un nivel sobresaliente en redes sociales.

En Salamanca, la comunidad de parkour es especialmente unida y activa. Juanjo forma parte de un grupo de practicantes veteranos, muchos con más de diez años de experiencia, como Oriol, uno de los pioneros locales. "Estoy súper orgulloso de la comunidad que tenemos aquí. Todos somos muy amigos de todos, compartimos los entrenamientos, luego nos vamos, yo que sé, a alguna casa, a una barbacoa", describe, resaltando el fuerte componente social que va más allá del entrenamiento. La condición de ciudad universitaria de Salamanca también ha contribuido a enriquecer esta comunidad, con muchos estudiantes que se han integrado temporalmente, forjando lazos que perduran.

Puntos de encuentro y el futuro asociativo

Para aquellos interesados en unirse o conocer más sobre el parkour en Salamanca, Juanjo indica que buscar "Parkour Salamanca" en internet o redes sociales como Instagram y YouTube es la forma más directa de contactar con el grupo. "Si buscas en cualquier lugar, vamos ahora en Internet, buscas Parkour Salamanca, alguno de nosotros aparecemos seguro", asegura. No obstante, reconoce la necesidad de una mayor formalización: "Aquí, la verdad, tendríamos que mover más el tema de abrir una asociación, que sería algo más formal, porque así accede mucha más gente que no no nos conoce". Una asociación facilitaría el acceso y la visibilidad de la disciplina en la ciudad.

Respecto al creciente fenómeno de las competiciones en el parkour, Juanjo mantiene una postura alineada con los orígenes de la disciplina. "Los valores originales del parkour no tenían nada que ver con la competición. Era todo pura cooperación con él de al lado y autosuperación. Yo estoy de ese lado, la de la no competición", declara firmemente. Aunque reconoce que las competiciones existen y probablemente irán a más, especialmente con la implicación de entidades como la Federación de Gimnasia de España, él no participaría, ya que considera que no se ajustan al espíritu cooperativo y de autosuperación personal que define al parkour en su forma más pura.

La trayectoria de Juanjo González es un testimonio de cómo una actividad física puede evolucionar hasta convertirse en un pilar fundamental de la existencia. El parkour, para este salmantino, no es solo saltar muros o superar obstáculos, sino una herramienta de autoconocimiento, una forma de arte en movimiento y una comunidad que enriquece su vida día tras día, demostrando que los límites, a menudo, solo están en la mente.